Los encuadres poéticos de Rocío Acebal Doval ofrecen una focalización limpia del estar transitorio. Sin distorsiones, tienen en la claridad de su lenguaje los signos escritos de una realidad sugerente por su profundidad de campo. En ellos habita un sentimiento de extrañeza en el que se dirimen disoluciones y expectativas, esos ámbitos cambiantes de lo diario que cuestionan la condición de ser hijos de la bonanza y el progreso. Un hermoso libro en el que se confunden literatura y vida, en que se afronta la certeza, como escribiera Luis García Montero, de que también los sueños se corrompen.
miércoles, 22 de julio de 2020
Reseña en Puentes de papel
José Luis Morante reseña Hijos de la bonanza en su blog, Puentes de papel. Podéis leer la reseña completa haciendo click aquí.